La gran depresión. (1929-1932).
Como la producción industrial de EEUU estaba orientada en buena parte a la gran masa de asalariados, consumidores durante la prosperidad, al disminuir la capacidad adquisitiva de estos en su conjunto, al aumentar el paro, se contrajo la demanda y en las fábricas aumentaron los stocks sin salida comercial. Ante esto comenzaron a bajar los precios. La restricción del crédito y la falta de pedidos provocaron a su vez la quiebra de gran número de empresas y las reducciones de plantillas, con lo que el aumento del paro se agudizaba con la crisis. Las repercusiones de la crisis en Europa se dejaron sentir rápidamente cuando fueron retirados los capitales flotantes de EEUU que los repatriaba en un deseo de aumentar su liquidez. La extensión de la crisis fue proporcional a la dependencia de las inversiones norteamericanas por parte de cada país, siendo Alemania el más afectado.
Qué decir de esta crisis global, que fue provocada por el egoísmo de las personas al querer acumular más riqueza, al intentar vivir por encima de sus posibilidades. Es lo mismo que hoy día ha ocurrido con toda la crisis financiera. La burbuja ha explotado. No solo el hundimiento de la bolsa produjo todo este desajuste sino la agricultura y la industria de esas épocas también tuvieron la culpa. El dinero fácil de la Bolsa provoco una demanda de préstamos a los bancos para poder participar, no es lo mismo que hoy día en nuestra sociedad ha pasado con las viviendas y los coches (dos claros ejemplos). Ya se dice que el hombre es el único animal que tropieza 2 veces con la misma piedra pues bien esta vez ha sido demostrado. No solo hay que intentar arreglar la economía actual sino intentar prever nuevas catástrofes económicas.
Imagen extraída de http://rreloj.files.wordpress.com/2008/12/19293.jpg